Nuestros servicios
Odontología con sedación: la relajación se une al cuidado dental
Cómo sacar ventaja de su visita al dentista
La ansiedad dental es real y lo entendemos. Es por eso que ofrecemos opciones de odontología con sedación para que su visita sea tan relajante como un día en el spa (¡bueno, casi!). Nuestro objetivo es eliminar el "ay" de su experiencia dental. No realizamos sedación intravenosa ni anestesia general, pero tenemos algunas alternativas fantásticas y más suaves que le harán decir: "¡Eso fue fácil!".
Sedación oral: facilidad en una pastilla
Para aquellos que prefieren un enfoque simple y sin complicaciones, la sedación oral es como la píldora relajante del cuidado dental. Sólo una pequeña pastilla y listo: estarás en un estado de serena calma durante todo el tratamiento. Es perfecto para pacientes que desean estar tranquilos pero al mismo tiempo despiertos y receptivos. Además, no se necesitan agujas, lo que lo convierte en una opción ideal para cualquiera que sea un poco aprensivo con las inyecciones.
Óxido nitroso: la experiencia del gas de la risa
Luego está el óxido nitroso, conocido cariñosamente como "gas de la risa". Esta pequeña joya de sedación proporciona una sensación placentera y eufórica durante su procedimiento dental. Se inhala a través de una mascarilla, ¿y la mejor parte? Sus efectos desaparecen rápidamente una vez que se retira la mascarilla, lo que significa que puedes volver a tus actividades diarias sin perder el ritmo.
Tu Comodidad, Nuestro Compromiso
Entendemos que el nivel de comodidad de cada persona es diferente, por eso personalizamos nuestras opciones de sedación según sus necesidades. Ya sea sedación oral u óxido nitroso, nuestro equipo experimentado se asegurará de que se sienta cómodo, informado y atendido en cada paso del camino.
Dile adiós a la ansiedad dental
Entonces, si la idea de una visita al dentista lo pone un poco nervioso, hablemos de las opciones de sedación. Nuestra odontología de sedación está aquí para transformar su experiencia dental de una experiencia angustiosa a una sorprendentemente placentera.
Entra, respira hondo (o toma una pequeña pastilla) y deja que nosotros nos encarguemos del resto. Tu sonrisa está en buenas manos: ¡relajadas!
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